miércoles, 21 de octubre de 2020

Empuje

 "Sólo aquellos que quieren alcanzar el cielo, primero han de atravesar los angostos y oscuros abismos del infierno"

ISON - INNER - SPACE [Full Album]

Sé que siempre empiezo las publicaciones diciendo lo mismo, pero cada vez tardo más en publicar algo por aquí. Este está siendo un año difícil para todos en muchos sentidos, pero al final, siempre salimos a flote. Este año ha estado plagado de desgracias, muerte y epidemias mundiales, no sólo el puto virus de mierda, sino que la humanidad en sí no hace más que retroceder en vez de tratar de avanzar a algo mejor. Pero no me voy a poner a filosofar en este punto sobre el mundo, ya que me daría para un libro entero. El día de hoy necesito soltar muchos pensamientos que llevo tiempo guardando, algunos algo profundos y que no sé si lograré plasmarlos, pero que necesito de alguna forma compartirlos. No me importa si me leen o no, pero muchas veces siento que esta es la única manera que tengo de expresarlos, y no porque no tenga a gente dispuesta a escucharme, sino que directamente no consigo compartirlos. Ya veré cómo lo hago. De momento, tengo que decir que me siento orgulloso de mí mismo por haber terminado por fin la dichosa carrera. La pandemia me vino que ni pintada y pude aprobar lo que me quedaba y sacar una buena nota en el TFE (un notable, para ser más exactos), y no puedo expresar con palabras la tranquilidad y paz mental que tengo en ese sentido ahora mismo. Es una carga psicológica muy grande la que me he quitado por fin de encima, y que espero no tener que volver a llevarla a cuestas. Ahora viene la parte difícil, y es la de poder encontrar un trabajo en mi sector, pero bueno, poco a poco. Lo más complicado ya lo resolví. Ha sido el estímulo positivo que necesitaba desde hacía tanto tiempo, ya que llevo una racha de mierda tras mierda de la que parecía que no iba a salir nunca, pero aquí estoy, algo más feliz que hace un año. Han pasado tantísimas cosas en lo que va de año, que me resultaría complicado enumerarlas y decirlas todas, pero bueno. Lo que sí que tengo claro es una cosa: No pienso ir detrás de nadie, en ningún sentido de la palabra. Mucha gente me ha demostrado desgana, desinterés y dejadez a la hora de hacer cualquier plan para poder llevar esta situación lo más gratamente posible. Gente que se queja de estar encerrados y que, cuando les comentaba los planes que podíamos hacer, no ponían más que excusas de mierda. O muchos incluso ni se dignaban a responder. Estoy muy harto de la peña, y este año ha sido decisivo para darme cuenta de ese tipo de cosas. ¿Tengo que tener un poco de empatía por el rollo del virus y demás? Sí. Pero teniendo en cuenta que YO soy del factor de riesgo por mi puta enfermedad y que, a pesar de haber hecho mil planes, aún estoy vivo, me parece algo más que hipócrita el que la gente completamente sana y demás ponga excusas de mierda para no salir y que después vayan llorando por las esquinas porque "no hacen nada". Yo ya he hecho una criba mental de amistades y personas con las que poder contar para hacer planes, y puedo contar las que sí con los dedos de las manos. Estoy cansado de ver también el desinterés de otras personas en otros ámbitos, pero eso al final terminará pasándoles factura. Yo no voy a mostrar interés en nadie que no me demuestre un mínimo a mí, sea para quedar o para lo que sea. Estoy muy hasta la polla de haber intentado hacer las cosas por la gente, de haberme movido y demás, y sólo llevarme negativas y mierdas. Pasando, de verdad lo digo. Este año es un año de cambios en mi forma de ver la realidad que me rodea. Yo seguiré quedando con los que creo que merecen la pena seguir contando para los planes. He descubierto gente que está más predispuesta que otra, así que "palante". 

Pero bueno, que me voy por las ramas. Ahora toca hablar de mi estado de salud. La enfermedad, por suerte o por desgracia, sigue aferrada a mí. Noto bastante mejoría y los médicos me dicen que la medicación que me estoy inyectando está cumpliendo con su función, así que de ahora en adelante, las revisiones serán de 6 en 6 meses, en vez de cada mes y medio. Es una muy buena noticia, por supuesto, pero eso no quita el hecho de que todavía voy a tener que seguir pinchándome los putos medicamentos. Porque eso es algo de lo que quiero hablar también. La medicación me la tengo que inyectar en casa, y sé que en ese sentido, no puedo contar con ayuda por X o por Y, así que tengo que hacerlo yo por mí cuenta. Y no saben lo duro que resulta a veces sacar fuerzas para hacerlo semana tras semana cuando tengo la jeringuilla en la mano. Muchas veces se me derrumba la moral y se me queda por los suelos, pero logro sacar fuerzas y hacerlo porque, de lo contrario, sólo conseguiría empeorar mí salud. Es decir, que no me queda de otra. Me sorprendo a mí mismo por la fuerza de voluntad que tengo para hacer esto. Que a muchos les parecerá una gilipollez, pero es muy duro convivir con esta mierda y, encima, tener que llevar este tipo de tratamiento. Mi cuerpo ha empezado a desarrollar "ansiedad" a la hora de acercarse el momento de inyectarme la medicación, y muchas veces me dan hasta mareos, pero psicológicamente estoy bien y decidido a hacerlo. Es bastante desagradable la puta sensación de mierda, pero tendré que lidiar con eso hasta nuevo aviso. Porque tampoco hay una fecha estimativa para dejar la medicación, es "hasta que el Behcet se estabilice por completo" y no vuelva a tener brotes. Muchas veces sólo deseo que alguien venga y me abrace para darme ánimos en esos momentos, que me brinden un empujoncito moral para conseguir calmar a mi cuerpo fatigado y derrotado. Lo que más odio es que tras pincharme, uno de los efectos de la medicación es que me deja medio KO y no estoy a full de rendimiento para seguir haciendo cosas. Pero bueno, poco a poco voy saliendo yo sólo de esta situación, con apoyo externo de mis amistades más cercanas, que les estoy eternamente agradecidos por aguantar muchas veces mis llantinas y quejas por toda esta mierda. A todos ustedes, de verdad, mil gracias. 

Siguiendo con el tema de la salud, hacer un breve inciso diciendo que una de mis abuelas ha empezado de nuevo con la quimio, el puto cáncer no la deja vivir tranquila y ha vuelto a salir en otra parte del cuerpo. Esto me tiene preocupadísimo, sobretodo en tiempos de pandemias y de un puto virus que afecta en gran medida a las personas que tienen las defensas bajas. Pero hay que ser fuertes, por ella y por los que me rodean.  No se puede hacer nada más que esperar a que su tratamiento haga efecto y pueda llevar una vida algo más tranquila, y que dure muchísimos años más. Es una lucha muy dura a nivel interno y externo, pero es lo que toca. ¡Hay que seguir adelante!

Por otro lado, y continuando con las buenas noticias, Sadic Smile está avanzando a pasos agigantados en todos los sentidos. A nivel compositivo estamos que no paramos, componiendo unos temas que elevan a la quinta potencia el repertorio que teníamos, y eso es quedarse corto. Nos vino muy bien el cambio de componente y de temática. Ahora, con un solo tema de los nuevos, le damos mil vueltas a todos los temas viejos que teníamos. Me siento orgulloso de ello también, porque estoy mucho más suelto a nivel compositivo, y mucho más creativo. El ambiente de trabajo ha mejorado de forma exponencial y nos ayudamos muchísimo los unos a los otros, aportando ideas por todos lados. Recientemente publicamos una sesión de fotos en nuestras redes sociales mostrando la nueva línea y, sinceramente, hemos mejorado muchísimo. Ahora estamos pendientes de dos grandes noticias, pero que no pueden ser reveladas por el momento. Dejo por aquí un link a nuestra página de Facebook, y les invito a seguirnos también en Instagram y a suscribirse a nuestro canal de Youtube . Nos ayudarían muchísimo esos likes, follow y todas esas cosas. También agradeceríamos cierta difusión, que compartan los links entre sus amistades para que llegue a mucha más gente. ¡Que no cuesta nada darle al botoncito! Estén pendientes a nuestras redes porque dentro de muy poco habrán dos grandes novedades que a muchos de la escena, les romperá el culo y el ego por todos lados. Espero que con todo esto que estamos haciendo, con todo lo que estamos trabajando, la peña deje de tratarnos como los nuevos y empiecen a tomarnos mucho más en serio, porque de aquí a un par de meses, superaremos con creces a muchísimas bandas de aquí, y me atrevería decir que de fuera también. Ahí lo dejo, con humildad. 

Y para terminar, el amor. Lo importante es que tengo salud. De este ámbito no hay mucho que contar. No le gusto a nadie, me gusta mucho alguien, pero ya está. No hay más novedades en este ámbito de mi vida. Y tengo claro que de aquí a mucho tiempo no habrán novedades. Lo que sí que tengo claro es que, si de aquí a los 30 no he encontrado a nadie con quien compartir mi vida privada, creo que dejaré de buscar, evitaré que me busquen y alejaré todo lo que tenga que ver con eso. Desde hace mucho tiempo, no me ilusiono por nadie en ese sentido, o me obligo a no hacerlo, para evitar llevarme decepciones. Es inevitable, y esto nos pasa a todos, el soñar con que pasasen X cosas, o que sucediese algún milagro con alguna persona que sea especial para nosotros, pero hay que ir con los pies en la tierra y ser realista. Muchas personas no se atreven a hablar con esa persona, o si les gusta, no se atreven a lanzarse por esos famosos "y si", pero no es mi caso. Yo ya lo he intentado y aquí sigo, con unos brazos que dentro de poco partiré nueces. Pero bueno, no tengo prisa ni miedo de estar solo. La vida da muchas vueltas y sé que tarde o temprano, me tocará la vuelta a la felicidad/amor. Y por supuesto, tengo un consejo para todo el mundo. "Que todo fluya" está muy bien, pero tengan por seguro una cosa, que si la cosa la dejas fluir demasiado y no le pones un mínimo de interés o ganas de sacarlo adelante, al final puedes terminar con arena en las manos. Es decir, que hay trenes que pasan dos veces, pero a lo mejor no una tercera. Si no estás seguro de algo, tienes sólo dos opciones: o lanzarte y probar a ver qué pasa, o no forzarte a hacerlo y dejarlo pasar. Yo soy de los que prefiere intentarlo y darlo todo, a ver qué pasa. Porque odio quedarme con las ganas o quedarme con las dudas del "qué habría pasado si...". Sólo se vive una vez, y hay que disfrutarlo todo cuanto se pueda. Yo espero algún día que alguien de ese paso por mí. No que me ayude a darlo, sino que esté dispuesto a darlo conmigo, que no es lo mismo. Como bien dije antes, me puede gustar una persona, pero no voy a amar a nadie que no muestre un mínimo de interés por mí, y si se da el caso de que algún día alguien me demuestra que está dispuesta a ir con todo, tendrá por seguro que yo también lo daré todo. El amor es cosa de dos, en mayor o menor medida por parte de ambos, pero es cosa de dos. Si se lucha por lo que se quiere y se ama, la cosa puede durar toda una vida. Es cuestión de perspectiva, de ver las cosas tal y como son, de comunicarse con la otra persona tanto cuando hay problemas como cuando no los hay, de apoyarse el uno al otro y, sobretodo, disfrutar de esos pequeños momentos vividos y los que quieres vivir. Conozco personas que han pasado situaciones con sus "parejas" que dan ganas de darle cuatro guantazos a cada uno, pero bueno, cada uno lo intenta a su manera. Me jode mucho ver a personas que quiero destrozadas por estas cosas, pero la vida es así. Yo estaré siempre dispuesto a poner mi hombro para que lloren, a abrir mis brazos para que se refugien y a brindarles mi calor y mi amor siempre que lo necesiten. Porque otra cosa no sé, pero leal soy mucho más que miles de personas que conozco. Leal y fiel. No se rindan, señores, nunca dejen de luchar por lo que quieren, salvo que eso les esté destruyendo poco a poco, que en ese caso lo que les recomiendo es soltarlo y dejarlo marchar. Siempre habrá algo mejor esperando, o donde menos te lo imaginas. Sólo es cuestión de saber abrir los ojos y ver la realidad tal cual es, no tal cual muchos quieren pintárnosla. 



"Lo más bonito de aquel atardecer fue ver el brillo intenso en sus ojos, el reflejo del Sol en su radiante pelo y el calor de su alma junto a la mía, deleitándonos con la sinfonía del mar embravecido" 

-Éxort, The Old Black Wolf-


"A veces sólo necesitamos un breve instante para apreciar los grandes placeres de la vida"






















viernes, 12 de junio de 2020

Letargo

Les aviso de entrada que este post va a ser algo más reflexivo de lo normal. Han acontecido ciertos sucesos que me han hecho plantearme aún más interrogantes sobre nuestro paso por este mundo, y de si hay algún "por qué" lógico de ello. 

Desgraciadamente, hace unos días, me dieron una noticia que me dejó en shock y que a día de hoy, sin importar exactamente la fecha, me hace pensar en lo frágil que es la vida y en lo poco que la estoy viviendo por amargarme por cosas sin sentido. Hace unos días se nos fue un gran amigo, alguien con el que compartí grandes y buenos momentos en la época del instituto y que siempre que nos encontrábamos, aunque fuese de tanto en cuando, me brindaba un cálido abrazo y me dedicaba una sonrisa amable, sincera y anímica. Nos dejó dejando atrás un vacío que hacía años que no sentía y que me ha hecho recordar lo doloroso que es perder a un ser querido. Bien es cierto que no éramos íntimos amigos, pero sí que había una conexión y una gran amistad, y duele ver que ya no podré verle ni hablar con él. Y para colmo, no podemos despedirnos como es debido, dándole el homenaje que se merece, por culpa del maldito covid-19. La familia nos ha tenido en consideración y nos han comunicado que podremos despedirnos de él cuando todo esto se haya calmado y entremos en la fase 4. Así que Yesh, estés donde estés, te despediremos como te mereces, rodeado de amigos y de familiares. Descansa en paz, camarada. Que los dioses te tengan en su gloria en los grandes salones del Valhalla. Espérame allí. Ten por seguro que tarde o temprano nos volveremos a ver y volveremos a disfrutar de grandes momentos por toda la eternidad.

Yesh inmortal


Esto me ha traído de vuelta aquellos ataques de ansiedad que viví cuando mi padrino me dejó, hace un buen par de años. Me he pasado dos noches casi que en vela, dándole vueltas a mi vida. Hay miles de cosas que no he hecho y que no sé si llegaré a hacer porque, visto lo visto, en un instante, podría dejar este mundo tal cuál vine a él, solo y sin nada. Es un arma de doble filo, porque por un lado me anima a tratar de vivir la vida al máximo, dejando atrás todas esas preocupaciones absurdas del día a día, pero por otro lado me enseña lo frágil que es la realidad. Trato de enfocarme ahora en lo positivo, en lo que aún me queda por vivir, pero el dolor persiste y aquel tácito recuerdo vuelve a aflorar en mi. Vuelvo a sentir en la piel el recorrido de un temible escalofrío y puedo llegar a escuchar los susurros de la vida diciéndome que me apure, que viva, o acabaré siendo poco más que un pequeño retazo de historia en la vida de alguien. Estas cosas te hacen volver a plantearte mil y una cosas, sobretodo en nuestra forma de ser en muchos aspectos de la vida. Y lo peor de todo es cuando analizas fríamente todo lo que te rodea y te das cuenta de que, por mucho que te hayas esforzado, tu lucha parece caer en saco roto. Ves el tiempo perdido en ciertos aspectos de tu vida que podrías haber aprovechado en otras tantas cosas. Las ilusiones nos ciegan cuando vemos y queremos algo con deseo, pero al final, como casi siempre, sólo te llevas decepciones y vuelves a cargar con un intenso dolor que no es justo en la mayoría de las ocasiones. Ves como de un plumazo, la vida cambia sin avisar y, toda la tierra que creías que iba a dar sus frutos, se vuelve hostil y difícil de labrar. En esta vida, lo que tenemos que tener claro es que vamos a estar solos. No digo que no vayamos a estar con un ser amado o rodeado de miles de amistades, sino que en algún punto del camino perderemos el norte y sólo veremos oscuridad y abismo a nuestro alrededor. Esa oscuridad, ese dolor camuflado entre las adversidades de la vida es lo que realmente hemos de combatir. Eso sí, nunca esperar que nos ayuden. Nunca esperar nada de nadie, eso sólo conlleva a que al final, si llegan a fallarte, la decepción sea mucho mayor. Me duele llegar a pensar que todo esto no acabará nunca, que no menguarán el dolor de ver que la vida sólo trata de apalearnos una y otra vez. Pero ahí es donde radica la diferencia entre los fuertes y los débiles de carácter. En mi caso, después de tanto por lo que he pasado, me he vuelto más duro, más fuerte y algo más frío. Todo lo que me ha ido pasando desde principios de 2019 me ha ido marcando a fuego en la piel mi verdadero ser, lo que realmente soy y lo que pienso llegar a ser. Y sé que no es propio de mí, pero he empezado a desearle a aquellos que me han hecho algún mal que algún día la vida les devuelva el palo con el que me atizaron. Que el karma haga su trabajo y no tener yo que tomarme la justicia por mi mano. Espero que algún día, todo lo que he hecho por la gente sea valorado de verdad, y que no se quede en un mero "gracias" dicho para quedar bien en la foto. Me gustaría que algún día la vida me compensase por todo lo que he pasado, estoy pasando y por lo que pasaré seguramente en un futuro no muy lejano.  Que sea un "Qui pro quo", duro y justo. Yo me mantendré fuerte, altivo y con ímpetu de luchar hasta mi último aliento. Eso no cambiará nunca. 

Otro de mis pensamientos más profundos, de antes de que sucediese todo, es el de las oportunidades. Sí, el de las segundas oportunidades. Una de tantas noches que pasé en vela me pregunté el qué se sentirá al tener una segunda oportunidad. Sea en el ámbito que sea: en el amor, en el deporte, con amistades, en la salud. No sé, una segunda oportunidad para demostrar que aprendo de mis errores. Nunca se me ha brindado eso, nadie me ha dicho nunca que puedo volver a intentarlo, para demostrar lo equivocado que estaba y que no volveré a repetir los mismos errores. Por mi parte, y dependiendo de la situación, sí que daría segundas oportunidades. Hay gente a la que ni muerto le daría una segunda oportunidad, por el daño incurable que me hicieron en su momento. Aunque donde digo "hicieron" quiero decir "hizo", porque fue una sola persona, que destrozó mi vida personal y la de muchos de los que me rodeaban. A ese individuo NUNCA le podría dar una segunda oportunidad. Pero en líneas generales, a amistades, amores, a personas que la cagaron muy fuerte en su momento, a todos ellos estaría dispuesto a darles una segunda oportunidad, para enmendar errores, pedir perdón o volver a tratar de recobrar la confianza perdida en ellos. Yo sí daría una segunda oportunidad, pero estoy seguro de que nunca tendré el privilegio de vivir una. De que alguien llegue y me diga: "Éxort, vamos, inténtalo de nuevo. Pero esfuérzate un poco más". No sé, lo veo como algo utópico, lejano. Algo con lo que sólo puedo soñar y poder vislumbrar en mis pensamientos más profundos. Quién sabe si algún día podré saborearlo. Es algo que tengo pendiente en la vida. Y no digo de ir a pedirla, que ya lo he hecho, sino que se me brinde por cortesía. Sigo soñando, ¿no?.

Por otro lado, aparentemente parece que voy a empezar a trabajar de forma oficial (en cuanto resuelva algún que otro papeleo), así que por ese lado estoy contento. Poder tener la oportunidad de demostrar lo que valgo en el ámbito laboral que siempre he querido desempeñar, que es el diseño gráfico. Así que toca darlo todo para poder mantener el puesto y labrarme una vida cotizando. Tengo que decir con orgullo que he cotizado más como músico que como diseñador gráfico, oficialmente hablando. Pero me gustaría poder hacerlo de ambas cosas, sería el auténtico sueño hecho realidad.  Por otro lado, con la música sigo motivado. Con el grupo hemos hecho grandes avances en esta cuarentena. Hay muchos temas nuevos y otros tantos que están todavía en el horno terminando de prepararse. El día que volvamos a los escenarios, va a ser LEGEN - DARIO. Se acercan también novedades en nuestras redes con respecto al grupo en sí y, cómo no, dentro de muy poco podrán disfrutar de las grabaciones de algunos de estos temas. Tenemos pensado grabar un EP o un LP, pero para eso necesitamos algo de dinero, así que tiempo al tiempo. ¡Pero lo conseguiremos! Este año puede que no, pero el año que viene va a ser nuestro año. Por suerte, con Sadic Smile parece que voy a poder cumplir uno de esos sueños y metas de mi vida, que es la de crecer como músico y poder mostrarle al mundo de lo que soy capaz de transmitir con las melodías y letras que hacemos. Me siento orgulloso y bendecido con la familia que formamos los 5, y sobretodo agradecido por todos nuestros fans incondicionales que estamos empezando a ver. Da gusto ver como el fruto de tu trabajo se ve reflejado en las caras de los asistentes de los conciertos. Eso es muy motivante, y se los agradezco a todos de corazón.

Y voy a parar ya por esta vez. Hay cosas que ni por aquí logro reflejar, pensamientos demasiado profundos y personales que nadie sabrá. Secretos que sólo mi alma guardará. Así que me despido.


"Bajo el frío manto del invierno, la intensa luz de la luna llena acaricia mi alma perdida, brindándome un calor que nunca antes había sentido. Ya no camino solo, pues me acompaña la libertad y la esperanza de un nuevo amanecer, de un horizonte nuevo por descubrir"

-Éxort, The Old Black Wolf-

lunes, 30 de marzo de 2020

Reflexión

En los tiempos que corren, mucha gente se ha estado replanteando constantemente cuál es el auténtico sentido de vivir, el por qué levantarse cada mañana o simplemente por qué no pueden dormir por las noches. Ya no hablo sólo de la situación con el tema del coronavirus, que nos tiene a todos locos de la cabeza. No. Yo me refiero a algo más profundo y filosófico. Porque yo mismo me he estado haciendo esas mismas preguntas durante mucho tiempo, y estas han desencadenado otra serie de interrogantes que de momento no tienen respuesta, y que no veo que la vayan a tener en un largo periodo de tiempo. Hay muchos enfoques posibles para muchas de las dudas que, en mi caso, me he planteado, pero siempre trato de preguntarlas de forma generalizada, sin un enfoque específico, ya que siendo ese el punto, tendrían un sin fin de respuestas.Una de estas dudas me vino a la cabeza tras oír a varias personas preguntar por redes sociales o en una conversación, la siguiente cuestión: ¿A quién abrazarías tras terminar la cuarentena? Una pregunta que muchos de ustedes responderán sin vacilar pero, realmente habría que plantear la pregunta de otra forma, tal cuál me la hago yo: ¿Seré el motivo de abrazo de alguien tras terminar la cuarentena? Dicho de otro modo: ¿Habrá alguien que quiera abrazarme? Otra que también sería valida para este apartado sería "¿A quién te gustaría besar cuando todo esto acabe?" O si seremos el motivo de beso de alguien... Y no estoy hablando de familiares, porque eso al fin y al cabo viene intrínseco. Hablo de cualquier otra persona, de tener a alguien o de ser alguien especial a quien quieran dar un abrazo especial cuando todo esto termine. Vivimos en una sociedad en la que está bien visto darlo todo por alguien que nos importe o a quien queremos muchísimo, de forma desinteresada o con algún trasfondo importante pero... ¿Tenemos a alguien para el cuál eso es recíproco? Pero de verdad, alguien que esté dispuesto o con ganas de vernos y darnos ese abrazo, que no sea sólo para la foto. Esa pregunta me ha traído bastantes quebraderos de cabeza porque, en mi caso, creo que no hay nadie especial que tenga ganas de brindarme ese abrazo de "fin de cuarentena". Copas pendientes, bailes preparados, quedadas con amigos... Miles. Pero ¿y que hay de esos "te echo de menos" o "quiero volver a verte"? Yo no sé si soy esa persona especial para alguien, pero tampoco es algo que haya llegado a la conclusión de que sea importante, después de tanto tiempo ya es que me preocupe más bien poco. Si es así, pues me llevaré una grata sorpresa, pero si no, al menos no me habré ilusionado. Si quieren, déjenme algún comentario al final del post diciéndome a quién quieren abrazar desesperadamente o a quién tienen ganas de volver a ver. Otra de las cuestiones es si, en el caso de contagio y de quedarse en el camino, hemos hecho todo lo que queríamos en la vida, o si hemos llegado a cumplir alguno de nuestros sueños. En mi caso particular, he cumplido uno y, aunque no lo pueda revelar por aquí y sea algo muy personal, tengo que decir que me siento orgulloso y feliz de haberlo podido llevar a cabo, aunque no durase mucho. Disfruté todo lo que pude y le estoy agradecido a la vida por ello. Aún me faltan muchas cosas por hacer, y tengo cierto temor de no poder hacerlas ya que soy de ese factor de la sociedad que tiene un alto índice de contagio y, si se diese el caso, de poder fallecer (por problemas en las defensas, básicamente). No he podido cumplir muchas de las metas que me he impuesto, pero bueno. En cuanto salgamos de esta, trataré de cumplir la mayor cantidad posible. Soy un lobo que no se rinde ante nada, y seguiré luchando por lo que creo que vale la pena. ¿Más preguntas? Interrogantes hay miles, pero este post se alargaría demasiado. De momento les dejo esas dos para que reflexionen y me comenten cuales son sus respuestas.

En otro orden de cosas, voy a hablar de el mundo de los sueños y el subconsciente. Y es que desde hace unos días, tengo ciertos sueños que se repiten, que salen X personas y que hacemos ciertas cosas que, tiempo atrás, habíamos hecho. El problema no es revivir esos momentos, porque al fin y al cabo fueron maravillosos y experiencias vividas que guardo como un tesoro. El problema es despertar y ver la cruda realidad, ver y saber que esas experiencias y vivencias no volverán a suceder en la vida. Esa sensación de frustración que siente uno al despertar cada mañana después de haber soñado esas cosas, es de lo que más me está jodiendo esta cuarentena. Por suerte consigo distraer la mente en el trascurso del día con otras actividades, pero al caer la noche siento miedo de lo que pueda crearme el subconsciente al dormir. Porque el problema que tengo con mis sueños, es que tampoco son cortos. Se pueden montar auténticas súper producciones dignas de Hollywood, pero claro, muchas de esas películas me producen nostalgia, angustia o incluso dolor, aunque en medio de culebrón y culebrón, también hay algunos sueños que desearía que no acabasen nunca. Y no hablo sólo de esos típicos sueños sexuales que solemos tener todos con la persona que deseamos, sino de sueños en los que un simple paseo o un simple abrazo, hacen del momento algo inolvidable y que marca nuestro corazón. Bueno, mí corazón. No tienen por qué ser con una persona, pueden ser con un lugar, con cumplir alguna de esas metas mencionadas anteriormente o, simplemente, el disfrutar de una tranquilidad y paz mental que en la vida real no conseguimos tener de ninguna de las maneras. Aquella persona que una vez dijo eso de "los sueños, si los persigues y deseas con fuerza, terminan por cumplirse", espero que no se equivoque. Que si realmente deseo que se cumpla alguno y busco que se realicen, lo llegue a conseguir, que se llegue a cumplir. Puta mierda de utópica realidad que creo en mi mente despierta. Si tan sólo pudiese saborear y disfrutar de ella un instante, sería el hombre más feliz del mundo. Pero bueno, eso sólo el tiempo lo podrá decidir.

De resto, poco más queda que decir. Estoy como todos, ansioso por salir de nuevo a la vida cotidiana. Volver al gym, volver a ir de bares, ver a amistades, dar abrazos y algún beso prohibido/robado. Todos queremos lo mismo, así que tenemos que aguantar el tipo y seguir luchando por evitar el contagio dentro de toda posibilidad.



"Él la miraba como nadie lo había hecho nunca. Como la obra de arte que era, viendo reflejada en ella la personificación de la perfección, como una gran mujer y una bella persona. Él mataba por ella y... Ella le mató"

-Éxort, the Old Black Wolf

viernes, 6 de marzo de 2020

Novedades

Han pasado tres meses desde la última publicación, y esto ha sido a raíz de un pensamiento que tuve a finales de año en el cuál quería comparar, pasado un tiempo, mi estado psicológico. Han pasado algunas cosas desde entonces, pero no son todas tal y como yo quería. Pero bueno, aquí vamos con el palique.

Anímicamente estoy un poco más estable. Después de una serie de sucesos y de una larga temporada de reflexiones profundas conmigo mismo, he llegado a la conclusión de que nada es para siempre. Me explico. De hace un tiempo, tenía sentimientos para con ciertas cosas y personas, pero ha sido la vida la que me ha enseñado a que dichos sentimientos no eran sanos para mí. Estoy en un punto en el que siento que nada bueno va a pasar si sigo buscándolo, así que prefiero dejarlo todo pasar antes que seguir creyendo que tengo algún ápice de esperanza con alguna de las cosas que tiempo atrás deseaba que pasasen. Es cierto que aún me queda tiempo, aún me queda vida, pero hay ciertas cosas que ya no quiero. Aunque no es que no las quiera, sino que ya no las pienso ir buscando. Está claro que aún sigo en una jodida mala racha de la que sé que tardaré mucho en salir, pero me mantengo positivo y optimista al respecto. Muchos me dicen que después de tanto dolor, después de tanto sufrimiento, al final el universo me lo devolverá de forma positiva y buena. Así que, sin esperarlo mucho, deseo que llegue esa recompensa. También me he dado cuenta de muchas cosas de ciertas personas, de sus actitudes y de su manera de ser conmigo y con los que me rodean. La hipocresía impera sobre todas las cosas, y eso por desgracia es el pan de cada día. A mí ya me importa una mierda los demás en ese sentido, está claro que hay gente con la que puedo contar, pero al final la única persona que luchará por mí soy yo. Y esto es para todo. Pero no lo veo tampoco como algo negativo, sino como algo muy positivo. ¿Por qué? Fácil. Esto hará que forje mi carácter y mi auténtico yo. Después de esta lucha intensa en solitario veré los frutos de todo mi esfuerzo y sufrimiento. No quiero dar pena, ni parecer que quiero llamar la atención de nadie ni mucho menos. Lo que sí que espero es que la vida me aclare de una buena vez por todas la siguiente duda: ¿Era el momento o no lo era? ¿Algún día se disipará esa bruma de duda y todo se encausará? ¿Al final, cuando deje de lado todo lo que buscaba, me vendrá sin pedirlo? Un significado ambiguo, pero profundo. No me estoy refiriendo a un aspecto de la vida, sino a cualquiera de ellos. Dinero, estudios, trabajo, salud e incluso amor. Al final lo que tengo claro es que de todas las experiencias vividas, de las cagadas monumentales y de las violentas situaciones vividas, algo se aprende. Y en mi caso, soy una de esas personas que no cometen dos veces el mismo error, aunque muchos no sepan reconocerlo. El pasado está ahí sólo para aprender a no volver a recaer en lo mismo, sino de saber cómo cambiar el rumbo y de cómo afrontar de nuevo los problemas que se nos plantean. La vida son dos días, y prefiero vivirla, tratar disfrutarla al máximo. Los recuerdos que tengo de todos estos meses quedarán guardados bajo llave en mi mente y en mi corazón, aunque sean dulces y amargos. He vivido muchas cosas verdaderamente preciosas y que nunca pensé que podría volver a vivirlas. Y le estaré eternamente agradecido a esa/s personas todo lo que hicieron por mí y todo lo que me hicieron vivir, porque son recuerdos que, repito, atesoraré en mi alma por siempre. Muchas de esas cosas me gustaría volver a sentirlas, pero de momento se ve que no es mi turno. Y si resulta que tengo que pasar el resto de mis días tal cual estoy ahora, pues que así sea. Pero seguiré dando gracias por aquellos bellos recuerdos. Y eso es otra cosa que he aprendido. A no darlo todo desde el principio por nadie sin esperar nada a cambio. Me he llevado muchas decepciones de mucha gente, y así me quedé. Pero bueno, no le guardo rencor a ninguna de ellas. Yo seguiré siendo como soy aunque menos involucrado. Salvo que vea que por la otra parte haya cierto interés o ganas. Sea amistad, sean negocios, sean rollos o una relación. Da igual, nunca daré todo de mí a la primera hasta que la gente me demuestre lo que debe demostrar por voluntad propia, y no porque se lo pida. En fin, que me repito más que el ajo. La vida la voy a vivir a mi manera, y si alguien quiere cogerme de la mano y seguir a mi lado en este angosto camino, bienvenido será. El camino siempre se hace más ameno cuando vas acompañado.

En otro orden de cosas, de salud por suerte voy mejorando poco a poco. Ya he reducido la medicación que tenía que tomarme para controlar el Behcet que contraje el año pasado. Por suerte ha sido una evolución positiva, tanto a nivel de salud como psicológico. Después de varias visitas a los médicos, me han conseguido quitar un gran peso de encima y quien sabe si dentro de poco podre quitarme toda la medicación. Sueño con ello todos los días, incluso en mis más tenebrosas pesadillas. La ansiedad ya no me mata por las noches ni me quita el sueño. De hecho, he vuelto a soñar cosas agradables. También cosas muy raras, pero sobretodo he vuelto a tener aquellos sueños de los que desearía que la mitad se hiciesen realidad. Soñar con lugares, con momentos y con personas que me gustaría que se cumpliesen. Pero bueno, el primer paso está, que es soñar con ello. Ya el resto se verá. Y con todo esto, me propuse un reto. Un desafío para subirme yo sólo la autoestima. Muchos me dirán "¿pero qué dices, gilipollas?". A lo que yo les respondo con toda la sinceridad del mundo: ya que nadie me quiere, ni me busca, ni me halaga, ni nada... Pues lo hago yo mismo. Me he estado sacando una serie de fotos justo antes de irme a dormir y subiéndolas a mis redes sociales. Muchos me han dicho también eso de: "si yo fuese fulanita, me sentiría atraída" o un "eso lo subes por esta persona, a mí no me engañas". La gente es gilipollas. Ya estoy en un punto de mi vida en el que no busco impresionar a nadie, no quiero llamar la atención de nadie ni mucho menos lucirme para seducir a nadie. Si me saco esas fotos, son para mí. Para decirme que todo algún día estará bien, que todo evoluciona, que mi yo de ayer no es igual al de hoy ni al de mañana. Son unas fotos que muestran mis diferentes cambios de ánimo, de vestimenta y de psique. Podría dedicárselas a alguien, pero dudo mucho que las quiera nadie. Esas fotos estarán ahí para recordarme que los lobos son animales solitarios y que son los únicos que no actúan en circos, indomables y fieros. Y si algún día alguna loba o alguna caperucita se fija en mí, que sea por todo lo que soy. Un  libro abierto, alguien que no se oculta ante ninguna máscara, que no tiene pudor en decir lo que piensa ni lo que siente aunque no sea del gusto de todos. Subo fotos casi desnudo para que vean que no tengo nada que ocultar, que me muestro tal cual soy, que vean como desnudo mi alma ante el que quiera verla y tratar de entenderla. Sin filtros (salvo el de el efecto de la cámara) ni trucos. Soy lo que soy y esto es lo que hay. Y animo a las personas que me están leyendo a que hagan lo mismo, que se quieran tal cual son y que, si hay algo que no les gusta, que lo cambien pero por ellos mismos y no por impresionar a nadie. Hay que ser egoístas en esta vida y pensar primero que nada en uno mismo. Que hay que luchar también por lo que uno quiere, aunque sea contradictorio a lo que dije antes en cierto modo. Yo seguiré luchando por conseguir ciertas cosas, pero es cierto que no lucharé por nadie más salvo que esa persona me pida ayuda. Yo siempre estaré ahí para aquellas personas que quiero y amo, que son muy pocas. Siempre estaré dispuesto a escuchar, debatir, apoyar, desahogar, llorar y reír con el que me necesite, en los buenos y en los malos momentos, pero de vez en cuando quiero que también tengan esos pequeños gestos por mí, sin pedírselo. Que hace muchísimo tiempo que nadie me da una sorpresa de ese tipo. Una visita inesperada, un abrazo robado, un beso en la frente, una caricia o algún piropo. Algún día sé que alguien me lo dará todo, pero no lo pediré nunca más. Y ya sin más dilación, aquí van las 30 fotos que me he sacado a lo largo de estos tres meses.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


"Recuerda, pequeña, que a pesar de todo lo malo, yo siempre estaré aquí para ti. Pase lo que pase jamás lograrán separarme de ti. Ni el mismísimo tiempo me apartará de tu lado. Nunca volverás a estar sola"

-Éxort, the Old Black Wolf-



PD: creo que haré un blog sólo con las frases que pongo al final de cada entrada. Me gusta como me quedan y lo que expresan. No sé qué les parece la idea.

martes, 31 de diciembre de 2019

Felicidades

Este 2019 ha sido un año de cambios y malas rachas, cargadas de momentos y experiencias dolorosas e inimaginablemente horribles. Bien es cierto que he tenido algunos momentos preciosos y que no olvidaré en la vida por esos ápices de felicidad que me brindaron, pero desgraciadamente han sido más las malas que las buenas. Si no sabes de qué hablo, te invito a darte un salto por mis anteriores publicaciones de este año. Paso de estar repitiéndolo todo de nuevo. Sólo diré que estoy muy gastado de este año de mierda. Cansado de que no me salga nada bien y de que la vida no deje de mandarme problemas a cada cuál más jodido. Pero de toda esta puta mierda, tengo que decir que le agradezco al universo que me haya jodido de esta manera. ¿Por qué? Fácil. He aprendido a luchar y a sobrevivir a pesar de estar hundido en la más profunda de las miserias, a pesar de estar en mi límite. A día de hoy, aún me siento ahogado, desorientado y desafortunado en todos los sentidos, pero eso no quita que no haya sacado el valor para poder seguir adelante. Este 2019 me deja una gran huella en el corazón y en el alma por grandes recaídas, pero de todo se aprende en esta vida. Yo tengo claro que en este 2020 van a cambiar muchas cosas, tanto a nivel personal, como de todo lo que me proponga. Pienso seguir luchando por aquello que quiero y pretendo conseguir, y no descansaré hasta haber alcanzado la meta. Pienso seguir en pie dando guerra hasta mi último aliento con tal de llegar a la cima. En cuanto a mi persona, voy a cambiar ciertas cosas tales como la forma de pensar, actuar y mostrarme al mundo. No en cuanto a la forma en sí, sino al cómo lo muestro. Descubrir que hay personas que no se merecen ni un hola y otras por las que daría la vida si hiciese falta, me ha hecho ver que no hay que ir con fachadas ni con dobles morales. Prefiero seguir yendo con las cosas de frente y lo más claras posibles, sin dejarme nada en el tintero. Si algo no me gusta, decirlo y que le den por culo al resto. No me van a hacer cambiar de opinión ni de parecer, salvo que realmente no tenga sentido ninguno y me argumenten justificadamente el por qué. Otra cosa que también pienso hacer es luchar solo, y si alguien quiere ayudarme, recibiré al ayuda encantado. Eso sí, no pienso aceptar falsedad ni intereses por parte de nadie. Que para gilipollas, ya aguanté demasiados el año pasado. Este 2020 será un año de cambios: cambio de mente, cambio de alma, cambio de look... Hay muchas cosas que están por venir, planeadas y las que no, que sean los dioses los que decidan, aunque yo haya sentido que me han abandonado en todo este tiempo. Pienso seguir creyendo en mí mismo, porque al final seré el único que estaré ahí para mí. No voy a esperar nada de nadie, no voy a pedirle nada a nadie. Estoy un poco cansado de todo. Quiero que de vez en cuando, la vida me sorprenda con pequeños detalles. No pido riquezas, no pido amores, no pido ningún imposible. Tan sólo pido que las próximas sorpresas sean buenas, que me devuelvan algo de ilusión, de felicidad, de ganas de seguir viviendo y de luchar. Sólo le pido a la vida que no quiero vivir más desdichas, o por lo menos, que no vengan todas seguidas como me las ha brindado este año. Que a día de hoy, todavía hay cosas que me tienen sin dormir. Vamos a ser positivos para entrar en este año nuevo con la mayor energía posible y pensar que todo saldrá bien, tarde o temprano, pero que todo va a salir bien. Que todo aquello que deseo y por lo que sueño despierto, se cumpla, que la buena suerte va a llegar al fin, que las buenas rachas llegarán una detrás de otra y que alcanzaré la cima tal y como tenía pensado. Y por supuesto, les invito a acompañarme en este viaje, para que presencien desde la primera fila como lo consigo, cómo me convierto en aquello que quiero y anhelo. Let's do this!

Y ahora, una novedad en mi blog. Me gustaría que me contasen alguna experiencia o momento vivido en este año que os haya marcado, sea bueno o malo. Me gustaría que compartiesen esos momentos conmigo y con el resto de lectores. Contadlo todo en los comentarios de este post y desahogaros un rato. ¡Les deseo a todos un feliz y próspero 2020!


"Camina a mi lado y nunca te sentirás solo, lucha a mi lado y jamás podrán vencerte, disfruta de la vida conmigo y verás que todo merece la pena"

-Éxort, the Old Black Wolf-


Por si quieren seguirme en redes sociales, aquí les dejo mis links:

-Youtube (este año le daré más vida, lo prometo)

¡FELIZ 2020 A TODOS MIS LECTORES!

¡Dejen su anécdota, experiencia o momento vivido este año en los comentarios!

lunes, 23 de diciembre de 2019

Abulia

El tiempo pasa inexorablemente ante nuestros ojos, imbatible, efímero en su totalidad. En un suspiro, podemos perderlo todo o, por el contrario, conseguir aquello que tanto anhelamos. Desde mí perspectiva, estoy en un punto intermedio. No retrocedo, pero tampoco consigo ver ningún avance. Ni tan si quiera veo mis metas más cerca, a pesar de que lucho por poder dar un paso más para poder alcanzarlas. Desgraciadamente estoy estancado, y eso es algo malo. Pero no me desanimo ni pierdo las ganas de luchar, aunque de algunas cosas sí que me he cansado. En esta nueva década que está por venir, se avecinan vientos de cambio. Una tormenta de fuertes pensamientos y actitudes frente a las adversidades de la vida están por llegar. Estoy cansado de luchar por cosas que veo que, a pesar de saber que no tenían futuro, no hay ningún ápice de movimiento. Cansado de ver como muchos de mis sueños se ven apagados por la fría y oscura realidad. En muchas ocasiones, me he sentido abatido y completamente exhausto, física y mentalmente. En el mar de incertidumbre que se ha creado en mi mente, no paro de remar en círculos en la barca de la racionalidad, que se suponía que me llevaría a buen puerto. En la inmensidad de mis pensamientos hacen eco aquellas ideas que ahora son pura utopía, quimeras que han conseguido desprenderse de mí "perfecta realidad". Pero ya no voy a ceder más, ya no me voy a molestar en tratar de que no caigan tácitas en lo más profundo de ese abismo mental. Ya va siendo hora de soltar lastre y tratar de enderezar el rumbo. No me seguiré aferrando a un sueño que sé que jamás se cumplirá, porque al final eso terminará por destruirme por completo. La vida sigue y, si mi destino es el que no quería que fuese, no voy a forzar un cambio. No por el momento. Hay que dejar que todo fluya porque, al final, la vida son dos días. Hoy estoy aquí, escribiendo estas palabras, y mañana puedo yacer muerto en la cama. Es duro de asimilar, pero es muy real. Es en lo que llevo pensando durante muchas lunas llenas. Trato de evadirme de la realidad en los reinos de Morfeo, pero el frío y gélido aliento de la muerte, aunque sea inconscientemente, me persigue y hace que la ansiedad vuelva a mí. Y todo esto sólo me hace pensar en una cosa: que no voy a perder el tiempo por nada ni nadie, que ya me cansé de tratar sacar las cosas adelante. Que a partir de ahora lucharé sólo por mí. Y si alguien me necesita, por supuesto que estaré ahí, pero que de vez en cuando me gustaría que alguien tuviese el detalle conmigo. No de ayudarme, sino de preguntar sin preguntar, de abrazarme sin pedirlo sabiendo que lo necesito, de mostrar preocupación real hacia lo que me pase, sienta o padezca dejando a un lado la hipocresía y la falsa modestia. Ese otro yo llora aún luchando por salir, que hace un año se hundió en lo más profundo de mi corazón, dolorido, por la intensa lucha vivida en tan poco periodo de tiempo. Pero a pesar de haberme quedado vacío casi por dentro, de no tener ganas de vivir si quiera, decidí luchar. Decidí ponerme en pie, aún sangrando, y volver a caminar de nuevo. A pesar de todos los malos momentos y experiencias vividas este año, y que probablemente me queden por vivir, conseguí el valor para seguir adelante. Y lucho solo, porque me siento solo. Sé que esto lo he dicho en varias publicaciones anteriores, pero a pesar de tener amigos de verdad a mí alrededor que me apoyan y están dispuestos a darme un empujón, siento que estoy solo. Que quiero estarlo, ya que no es una carga que sienta que puedo compartir. La gente ya tiene bastante con sus problemas, ya lidia batallas internas de las cuales no logro ver la magnitud. Si tengo que caer, lo haré solo. Luchando hasta el final como un lobo fiero, pero solo. Porque por mucho que he intentado en ocasiones contarle a esas amistades el cómo me siento realmente, he sentido un nudo en el estómago y no he podido tan si quiera pronunciar palabra de ello. Me siento ahogado por mis miedos, acosado por las dudas, perseguidos por la incertidumbre del presente. Siento que, aunque le lograse contar todos mis pensamientos a alguien, no serviría de nada. Pues nadie podría entenderme, ni si quiera yo mismo. Miro a mi alrededor y sólo veo fuego. Un fuego que está en constante combustión y que no me deja escapar. Sé que sólo yo tengo la fuerza y la astucia para poder evadirlo y extinguirlo, pero no consigo verlo. Muchos me ven bien, pero en verdad estoy muerto por dentro. Puede que muerto no sea la palabra, pero sí en vía de extinción. Mi positividad y mi optimismo están en reserva ya que no logro tener tampoco un estímulo positivo que me de la chispa para poder seguir avanzando. Esto no significa que me vaya a rendir ni mucho menos. Esto es sólo un aviso para todos aquellos que me rodean, para que estén avisados de que algún día explotaré y arrasaré con todo lo que trinque. No me llevaré a nadie por delante salvo a mis propios demonios. En los momentos en los que me siento más débil, escucho audios que fueron, son y serán importantes para mí. Trato de recordar todos los momentos felices que he vivido en... Hace un buen par de meses. Y son esos recuerdos, esos momentos, esas memorias las que me ayudan a coger aire y a seguir adelante. Algunas veces incluso duelen, pero son necesarias estas acciones. Mirar una fotografía, escuchar una canción/audio, ver un vídeo, visitar un lugar... Ese es mi combustible. No pienso en el futuro, porque sólo veo el gran apagón final. Prefiero pensar ya sólo en el presente y en vivirlo al máximo. Pienso disfrutar de los supuestos momentos felices que la vida pueda brindarme de aquí en adelante, y jamás volver a dejar que el corazón lleve las riendas en ciertos aspectos de mi vida. Es muy cierta la frase esa que dice: "No puedes borrar de tu mente lo que no puedes sacar de tu corazón", pero también es cierto que "no hay más ciego que el que no quiere ver". Y yo por suerte ya me quité la venda hace un tiempo. La realidad es la que es, la que me ha tocado vivir. Soltaré esas cadenas que un día me colgué a los hombros, liberándome de ciertos pensamientos que sólo me hacen daño. Cambiaré el camino para poder alcanzar mis metas y cumplir mis objetivos en la vida. Y si resulta que aparece algo a lo largo del camino que me sirva para poder seguir, o alguien que quiera estar a mi lado desinteresadamente, bienvenidos serán. Yo no voy a rogar ni a buscar más nada. Tengo muchas carencias, pero este viejo lobo está cansado de todo, de estar tirando de un carro tan grande siempre. Soltaré la carga y caminaré, y que sea lo que los dioses quieren que sea. Sé que no tengo suerte ni en el dinero, en la salud, el amor ni en la vida, pero seguiré apostándolo todo hasta conseguir todo lo que quiero. Soy un luchador innato, si quiero algo no dejo de perseguirlo hasta conseguirlo. Hay cosas que está claro que no se consiguen así, mas esas son las que dejaré de ir por esa vía. De resto, a levantar la cabeza y no mirar atrás. Seré el ejemplo a seguir que siempre quise tener, y lo seré también para aquellos que quieran tenerme como tal. Nunca más volveré a rogar. Nunca.



"Luchó hasta que no pudo más. Y llegará el día en el que ella le buscará y no lo hallará a su lado. Entonces sólo podrá decir que él era único y suyo... Realmente lo era"

MicroRelato
-Éxort, the Old Black Wolf-

martes, 19 de noviembre de 2019

Esperanza

Backing track para leer la entrada y sentirla: 


La vida es eso que ves pasar a toda velocidad y que, en un instante, ha dejado una gran cantidad de recuerdos, buenos y malos, que definen quienes somos y a dónde llegaremos. Sin excepción, todos sufrimos esa condición, la de ver como cada día que pasa es una nueva oportunidad de vivir y disfrutar de lo que nos rodea, de crear experiencias y momentos inolvidables, para bien o para mal. Pero a veces, es son nuestros propios miedos los que nos impiden llevar a cabo acciones que deseamos, liberar pensamientos que guardamos en nuestro interior. Es por eso que mucha gente muere anímicamente cada día, poco a poco, dejando que su luz interior se ahogue en un mar de oscuridad. Cada día que pasa es una oda a la vida, y es algo que debemos entender y tratar de aprovechar. Es un llamamiento a poder dejar nuestro granito de arena en este mundo, ya que sólo disponemos de una oportunidad. Hay que tener un pensamiento más optimista, más abierto y aceptar las adversidades que nos pone la vida, tratando de superarlas todas poco a poco, con o sin ayuda. Eso es algo que también debemos aceptar y asumir. No habrá nada ni nadie que luche por nosotros, no hay que esperar nada de nadie, y mucho menos dejar nuestra vida pasar por tratar de darle todo una persona. En esta vida hay que ser egoísta y velar por uno mismo ante todo, y ya después ver si queremos repartir las fuerzas que nos quedan entre nuestros seres más queridos. Con esto no quiero decir que no debamos compartir la carga de alguien, que no debamos ayudar al prójimo o a la persona que amamos. Pero sí que es cierto que no podemos dejar de pensar primero en nosotros mismos, porque nadie lo hará. La base la tenemos que poner nosotros, las ganas de luchar y de seguir adelante. Que ya la ayuda es probable que venta por el camino, aunque puede que no en el momento en el que realmente la necesitemos. Hay veces que encontramos a una persona, pero no es el momento y viceversa. O incluso hay veces que pensamos que tenemos ambas pero realmente no tenemos nada. Lo que está claro es que no podemos encerrarnos y aferrarnos a algo que no sea tan tangible, tan real como el oxígeno que respiramos. La vida es como un tren, y nuestras decisiones y las personas que conocemos son paradas. Pero con estas últimas, está en su mano el ver si nos detenemos por unos instantes con ellos, paramos para siempre, ver si proseguimos el viaje juntos o si, simplemente, nos dejan marchar. Pero repito, esto se aplica en todos los ámbitos de la vida. Si algo nos sale mal, no debemos ofuscarnos por no conseguir lo que nos proponemos. Tenemos que hallar la forma de abordarlo desde un enfoque distinto. Sólo así podremos avanzar. Teniendo un pensamiento divergente se obtienen más ideas de las que creemos. Pero ante todo, en primera instancia, tenemos que estar bien con nosotros mismos para poder seguir. Si no tenemos ese punto, no habrá torreón que levantar para el cielo poder alcanzar. Muchas personas de las que me rodean, están en ese punto. En el que no saben como están ni a dónde quieren llegar, y creen que luchan solos. Y por mucho que uno trate de ayudarles, si no ponen de su parte para dar el primer paso, no habrá forma de sacarles del fango. Hay que demostrarles que no están solos, cierto. Pero tampoco hay que atosigarlos, ya que es algo que probablemente no nos gustaría que nos hiciesen a nosotros, ¿no?. Perdón por divagar, vuelvo a mi punto. 

Ha sido un año muy duro para mí. Si han leído mi blog con anterioridad, sabrán las adversidades que me ha puesto la vida y lo dura que está siendo la lucha interna por sobrevivir de una sola pieza. No es nada fácil afrontar el problema desde dentro. El desgaste psicológico es abrumador y, al mismo tiempo, agotador. Mi alma luchadora aún está en pie, recibiendo los duros golpes que el universo le propina, aguantando como una campeona brava y feroz. Está siendo una etapa muy dura para mí, y sé que esto se va a prolongar por mucho tiempo. Alzo la vista al futuro y me asusta todo lo que está por venir, pero no vacilaré cuando tome decisiones. No me temblará el pulso a la hora de dar un paso al frente y mucho menos retrocederé para echar la vista atrás. Eso sólo lo haré para recordarme a mí mismo lo que me hizo ser tan fuerte, lo que un día me mató lentamente y a lo que le estaré eternamente agradecido. A pesar de que me rodea un aura de muerte, apatía, desgaste, pudor... A pesar de todo ese dolor constante, aún me mantengo en pie. Las heridas aún están abiertas y seguirán sangrando por mucho tiempo, pero eso no me impedirá levantar la vista y alzar el corazón para conseguir la valentía y el coraje necesario para poder seguir luchando. Esté solo o acompañado, eso me da igual a estas alturas de la vida, pienso seguir adelante. Esbozaré mi mejor sonrisa, real y poderosa, para demostrarle al mundo que no le tengo miedo a nada, que puedo con absolutamente todo lo que me echen encima. Que me importa una mierda si todo estalla a mi alrededor en mil pedazos, porque pienso cubrirme con mis negras alas y volver a volar cuando todo el humo se haya disipado, alcanzando de nuevo el sol. Con garras y colmillos le demostraré a la vida que soy un viejo lobo negro luchador, y que no dejaré de intentar vivir al máximo hasta expirar en un último aliento. Por muy dolorido que esté mi cuerpo, por muy destrozada que tenga el alma, seguiré caminando con paso firme y decidido. Aprendiendo del pasado, sin pensar en el futuro y disfrutando del presente seguiré mi camino hasta donde aguante. No busco gloria, no quiero fama (bueno, en su justa medida), no pretendo dejar huella en este mundo. Lo único que quiero es poder vivir cada instante que se me brinda, aprovechar cada oportunidad y disfrutar de los sueños cumplidos. No creo mucho en el destino, no creo que exista un hilo rojo que me conecte con nadie, no creo que haya nacido alguien para estar a mi lado. No creo en absolutamente nada más que en mí mismo. Y si la vida al final decide sorprenderme, al no esperar nada de nadie, será mucho más grata y satisfactoria la alegría venidera. No soy más que un perro viejo, con el pelo tintado con canas de experiencias vividas, dolorosas y algunas muy dulces, pero que todas ellas me han definido, todas han hecho de mí lo que soy. Y le estoy eternamente agradecido a esas personas que han pasado por mi vida, a las que se han quedado y a las que se fueron, por haberme enseñado tantas cosas, por haberme ayudado a aprender bien lo que es la vida. Pero en especial, a esas personas que puedo contar con los dedos de las manos, porque siempre han estado a mi lado, en las buenas y en las malas. A todos ustedes, que saben perfectamente quienes son, mil gracias. Mil gracias por toda la ayuda prestada y por todo el apoyo recibido. Yo también trataré de estar ahí cuando me necesiten, dándolo todo al igual que hicieron ustedes. Que aunque esté muchas veces en las sombras, oculto y sin pronunciarme, saben que pueden contar conmigo para lo que sea. De verdad, sólo espero que este año termine pronto. Que vengan los golpes duros que están por venir cuanto antes, para terminar de sufrir todo de una sola vez. Quiero marcarme nuevas metas para el año que viene, para ese 2020 que está por venir. Hay algunas cosas que sé que son completamente imposibles cumplirlas, pero las intentaré. No diré cuales son, sólo trataré de luchar por conseguirlas. Quiero que mi alma descanse por fin, que tenga una temporada de paz y tranquilidad, que vengan de una buena vez por todas esos estímulos positivos que tanto necesito. Porque sin esos estímulos, me esto agotando a un ritmo acelerado. Sin ese refuerzo positivo, cuesta mucho salir adelante. No tengo nada por ningún lado, estoy estancado en casi todos los ámbitos de la vida. Poco a poco parece que van saliendo cositas por la parte "económica", pero vamos a no lanzar las campanas al vuelo. De resto, está todo destrozado o desmoronándose a pasos agigantados. O simplemente no hay avance ni retroceso. Las cadenas pesan cada vez más y más, y están consiguiendo frenar mis pequeños impulsos. Pero jamás conseguirán apaciguar mi espíritu luchador. Yo seguiré tratando de salir adelante, con lo que pueda y con quien quiera estar a mi lado. No me importa luchar solo, estoy acostumbrado a cargar con todo el peso, pero no permitiré que nadie me frene. Trataré de repartir un poco la carga, pero tampoco dejaré que otros sufran las consecuencias de mi lucha. Soy una persona que, por muy en la mierda que esté, prefiero prestar ayuda a los demás antes que pedirla. Porque sé de buena mano lo que se sufre al no ver más que vacío a tu alrededor cuando estás en busca de un haz de luz. Me gusta ayudar a los demás a que vuelvan a creer en su luz interior, a que ellos brillan por sí solos y que no hay nada que pueda apagarles sin su consentimiento. Así que aquí está mi lucha, aquí os muestro mi desdicha. No es un lamento ni un llanto lo que busco, no quiero dar pena ni mucho menos. Sólo quiero exponerme desnudo, mostrarme tal cual soy y cómo estoy, sin tapujos, sin tabúes, sin miedo al qué pensarán de mí después de todo esto. Quiero demostrar que, por muy perfecto que me crea ser, al final de todo soy más humano que ninguno. A pesar de llevar un lobo por espíritu, soy un simple mortal que lucha por salir adelante, con todas mis imperfecciones y debilidades, pero sin miedo a darlo todo por conseguir lo que quiero. Heme aquí, real y transparente. 



"No me busque en un futuro incierto mientras vive un presente ciego. Piense en el pasado no tan lejano, cuando mi corazón aún la estaba esperando"

-Éxort, the Old Black Wolf-